miércoles, 10 de diciembre de 2014

Impulso destructivo

Últimamente se corría por la ciudad de Buenos Aires un rumor bastante particular, parecía sacado de una historia ficticia o algo que ocurriría en países del primer mundo.
Este rumor sin embargo empezó a correr solamente por los delincuentes de la calle.
Nuestra protagonista escuchaba la historia de su amiga, quién siempre andaba por uno de esos barrios muy peligrosos.
Su amiga solía salir a la calle a drogarse con sus amigos, algunos delincuentes, otros no. En una de esas salidas por la calle confirmó que el rumor era cierto. Había alguien castigando a la gente que cometía delitos. Estaba ella con sus amigos sentados en la vereda de la calle drogándose cuando empezaron a escuchar gritos que provenían de muy cerca y se acercaban cada vez más. Era una chica siendo perseguida por un hombre, los que lo observaron pasar delante de ellos sabían que ya nada podían hacer, así que siguieron en la suya hasta escuchar los gritos de la chica que finalmente había sido acorralada pidiendo ayuda. Pasaron unos minutos y de repente hubo un total silencio, delante de sus ojos vieron como volvía a pasar corriendo la chica cubierta de sangre, pero ya nadie la seguía. Curiosos, los chicos se levantaron a ver de dónde venía corriendo la que recién había escapado y para su sorpresa encontraron al hombre apuñalado cubierto de sangre lanzando su último respiro.
"Dejó una nota que decía 'voy a destruir todo lo malo que haya en esta ciudad', ahora mis amigos giles ya ni se animan a salir a la calle y se dan con merca solos en sus casas sin compartir, todo por esa persona."
La protagonista pensó que ese debía ser un poder impresionante. A las semanas el rumor ya había pasado a los noticieros que anunciaban todas las semanas entre 2 y 4 asesinatos que eran prófugos, sospechosos de delitos, entre un montón de otros ladrones y violadores buscados. Todos los muertos habían sido encontrados con una nota que no decía siempre lo mismo pero se daba a entender por la caligrafía que fue escrito por la misma persona, también con el suceso de tantas muertes se confirmó que era la misma persona porque siempre se refería a sus víctimas como destrucciones necesarias para el progreso de la ciudad.
Mientras tanto, nuestra protagonista empezó a tomar como un héroe a esta persona que estaba castigando a los criminales. Abrió una página en Internet para alabarlo y unía a personas que estaban del lado de esa persona para dar información sobre criminales que habían sido pasados por alto por la policía o simplemente para dar rumores falsos y tomar venganza de gente que odiaban. La protagonista poco le importaban la información falsa que recibía, sabía que de alguna manera su héroe leía su página y con eso le ayudaba a poder seguir destruyendo todo el mal sobre la ciudad que tanto amaba.
El tiempo pasaba, los crímenes disminuían mientras los asesinatos hacia la gente mala aumentaba. Nuestra protagonista sin embargo había dejado de lado su página de Internet ya que había conocido a alguien muy importante para ella quién se había convertido en su actual pareja. Ella siempre había sido muy abierta en el tema del amor así que no le sorprendió cuando ya había cumplido 2 años de pareja con una mujer. Ella la amaba muchísimo y su pareja también.
Sin embargo nuestra protagonista aunque había encontrado alguien con quién estar el resto de su vida, no podía dejar de "amar" a otras personas, o así lo veía ella. A ojos de los demás y de sus propias amistades simplemente le era infiel a su pareja con cualquier persona que veía, pero ella sabía que no era así. Ella amaba tanto al ser humano que siempre encontraba algo para amar de cada una de las personas a quienes les ofrecía su cuerpo. De haber tenido relaciones sexuales con tanta gente terminó confundiendo a una persona, ella nunca supo quién fue, ya que nadie nunca le reclamó nada pero lo descubrió cuando visitando su vieja página de Internet que seguía activa gracias a sus usuarios vio una foto de ella misma, con nombre completo y dirección de dónde vivía.
Nuestra protagonista sintió un escalofrío por la espalda, miró hacia atrás y vio a su pareja que estaba leyendo en la computadora lo mismo que ella "Nombre: AAAA BBBB. Dirección: CCCC 2178. Esta persona jugó con mis sentimientos y con los de muchas más, me dijo que me amaba y cuando se fue la perseguí y siempre se encontraba con diferentes personas y las besaba y seguro se acostaba con esas personas también. No creo que haya mayor crimen que jugar con los sentimientos de tantas personas. Debe ser destruída."
No le salieron las palabras al ver la cara de su novia que miraba la pantalla y luego la miró de nuevo a ella. No hubo preguntas. ¿Por qué no hubo preguntas? pensó. Sintió un fuerte golpe en la cara que la tiró de la silla al suelo. "Pará. Puedo explicártelo. ¡Ya sabés que en esa página suben mucha información falsa! Sabés que nunca te haría algo así, yo... te amo."
Pero ya era tarde para nuestra protagonista, miró hacia abajo donde sintió otro golpe pero esta vez era una sensación diferente, no podía sentir dolor de la adrenalina y al ver que su amada la había apuñalado con una navaja en el estómago, del cual no paraba salir sangre empezó a intentar hablar, más las palabras no salían de su boca.
"Ah... ¿esa era información falsa? Lo siento, parece que destruí algo que no necesitaba irse de esta hermosa ciudad." Escuchó decir a su pareja decir mientras se le empezaba a nublar la vista. ¿Eso significaba que la persona que amaba era la que había cometido esos asesinatos? Sorprendida en un último esfuerzo intentó abrir más los ojos para verle bien la cara cuando se dio cuenta de la realidad. Su chica la notó, vio miedo en sus ojos; para calmarla le sonrió y con una dulce voz la abrazó durante sus últimos segundos de vida diciéndole:
"No te preocupes. Yo también te amo."

El cuerpo de nuestra protagonista fue registrado como el único encontrado sin una nota durante los 7 años de asesinatos hacia criminales cometidos en la ciudad de Buenos Aires.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Asfixia

Me gusta. ¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo terminé haciendo esto? Ah. Ah... claro, habías dicho eso. Terminé acariciándome a mí misma y a mi cuerpo. No te tenía cerca pero pude imaginar como mis manos apretaban tu cuello. A pesar de que no pude verte la cara. Y al mismo tiempo sentía como te quedabas sin aire cuando a la que le costaba respirar era yo.
Tus palabras dolieron. Mi pecho dolió al leerlas. Tal vez ni siquiera era algo hiriente lo que dijiste.
Sentir como te costaba respirar.
Como mis manos apretaban tu cuello.
Me gusta.
Yo. ¡Yo era capaz de hacerte sufrir como lo habías hecho conmigo!
...
...
Imaginarlo sigue siendo lindo.
Molesta.
Que no sea aceptado.
...
...
Me cuesta respirar otra vez. ¿Acaso también estás pensando en asfixiarme?
No es muy diferente.
Lo que haces de lo que fantaseo.
No estoy segura que tan sano sea igual.
Prefiero el maltrato físico al psicológico que me diste.
Prefiero la asfixia.
A este paso...
¿Me voy a quedar sin aire de vuelta?

miércoles, 27 de agosto de 2014

Asesinato y Reencarnación I y II

Una historia ficticia que se me ocurrió una noche que no podía dormir por la fiebre y bueno, la fiebre me ayudó.

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Parte I

-Entonces, ¿estás completamente segura de esto?
-Bueno... digamos que ya no hay vuelta atrás, ¿no? Prefiero pasar por desaparecida antes que ir a prisión por asesinato -dijo sonriendo mirando de lado el cadaver de hace un par de horas que tenía al lado. Se arrodilló y le acarició el pelo delicadamente. -Una lástima que una chica tan linda como tú se haya tenido que meter donde nadie la llama, ¿no? -volvió su cara a sus cómplices sonriéndoles y volvió a pararse. -Pero no te preocupes, voy a hacer un buen trabajo y nadie, ni siquiera tu pareja se va a dar cuenta... de que me haré pasar por ti -concluyó soltando una pequeña risa.
Hace unos  meses que ella venía persiguiendo a su futura víctima, si bien nunca pensó en asesinar a la muchacha, ella lo hacía por otro motivo. Su víctima hacía un tiempo estaba en pareja con el primer amor que la asesina había tenido. Ella sabía que las razones por la cual fue abandonada eran ciertas, también sabía (o más bien se notaba) por qué su amado había elegido a esa otra chica, era linda, graciosa y aparentemente buena, entre otras cosas que a ella le parecían inútiles y cuánta bronca le daba que aquellas idioteces la pusieran celosa porque ahora él era más feliz de esa manera.
Un día, volviendo a su casa vio que en la puerta había dos sujetos extraños que nunca había visto, frunció el ceño y se acercó.
-Finalmente llegaste -la recibieron.
-¿Quiénes son ustedes? -preguntó seria.
-Desde ahora somos tus cómplices, puedes llamarnos así -contestó el único que había hablado, el otro sólo se detenía a observarla de arriba a abajo detrás de sus lentes.
-¿Cómplices? ¿Qué es lo que quieren? -esa respuesta le había parecido muy absurda.
-Queremos ayudarte con tu obsesión hacia ese joven que tienes.
Se quedó callada y los miró a ámbos a los ojos cuando finalmente entendió.
-Nada de obsesión están viendo delante de ustedes, lo mío es amor puro. Tan puro que un par de hombres como ustedes no podrían entenderlo.
-Como quieras llamarle, chiquit-el que estaba hablando se había acercado y había apoyado su mano alrededor del cuello en cuestión de abrazarla por detrás, pero ella lo detuvo antes.
-Si van a ser mis cómplices de lo que fuere, entonces pretendan que puedo ser igual de peligrosa que ustedes, ¿entendido? -dijo enojada apartando el brazo del hombre firmemente, quién sonrió aprobando la actitud de la chica. -Además, ¿por qué querrían ayudarme un par de completos desconocidos?
-¡Exacto! Ese es el tema que hay que discutir adentro mejor. ¿No te parece?
A la chica le fue explicada que ellos pertenecían a cierto grupo secreto de científicos, médicos y demás gente con una curiosidad que sobrepasaba la moral como para trabajar con la gente común. Desde hackers, cirujanos plásticos y creyó haber escuchado sobre un conocido ilusionista de otro país. El objetivo suyo era bien ayudar a la chica con lo que quería pero realizando varios experimentos en ella. Ella escuchó sin interrumpir en ningún momento de principio a fin y con cara totalmente seria.
-Entonces... me estás diciendo que... si coopero con ustedes y mato a esta chica... voy a, ¿poder hacerme pasar con ella? -dijo después de tomar un sorbo de café aún mirando la taza.
-Exactamente. Me alegra que nos hayas creído, pues no sería la primera vez que se nos rieran en la cara por decir quienes somos. Pero espero que entiendas que ahora que lo sabes o aceptas o... bueno, no hace falta que lo diga, ¿no?
-Pues, ¡claro! Pueden hacer todo tipo de experimentos conmigo en cuanto pueda recuperar el lugar que me pertenece, ese lugar... junto a él -se paró sonriendo de alegría y miró de costado los autos que pasaban por la calle. Los cómplices pudieron notar maldad y deseos reales que solo un asesino podría tener al mismo tiempo que se dieron cuenta que iba a tener su primera víctima para ella sola, en cualquier sentido que las palabras pudieran dar.

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Parte II

Fueron necesarias cinco cirugías plásticas para hacerla parecer a la persona que tenían que reemplazar. Durante ese tiempo ella fue observando cómo era su víctima, sus hábitos, gustos y costumbres, mientras más la iba conociendo más aburrida le parecía. "Tch, ¿en qué se habrá fijado cuando la eligió como novia? No es la gran cosa." pensaba al ver los videos de las cámaras escondidas que sus cómplices habían puesto en la casa de la chica y su pareja. Conoció al ilusionista que le habían comentado, pues él era el encargado de enseñarle cómo imitar casi a la perfección la voz de alguien más. Tuvo clases extensivas de maquillaje y de cocina, si bien esta última nunca le fue explicada por qué tenía que aprenderla. Luego de 3 meses finalmente se veía como si fuera la hermana gemela de su futura víctima, al ser tanto el tiempo de reencarnación primero debía ser igual a ella para después asesinarla, así nadie sospecharía de que desapareciese por un tiempo. Sabía de memoria todos los conocimientos básicos sobre su vida, familia, hobbies y demás cosas que tuvo que aprender si quería lograr con éxito que nadie la descubra.

El día del asesinato, ella y sus cómplices se llevaron el cuerpo al cuartel secreto donde se encontraban todos los que pertenecían a ese grupo, el tiempo que pasó ahí conociéndolos fue comprendiendo que eran simplemente un grupo de gente con fetiches un poco extraños y deseos de experimentar en humanos. Nada la fue sorprendiendo de todas maneras, si había algo a lo que fue acostumbrada fue a ser usada, así que dejó revisarse por varios de sus ahora colegas y ser utilizada como mascota sexual en varias ocasiones. Al principio pensaba que si quería volver a estar del lado de la persona que amaba entonces no tendría problema en pasar por un par de situaciones incómodas, pero finalmente pasó de ser un sujeto de experimentos a una compañera más del grupo, ya que también disfrutaba lo que hacían con ella, sin importar lo que le hiciesen o le quisieran forzar a aprender, su interés fue aumentando cada vez más porque mientras más aprendía significaba que cada vez faltaba menos para poder estar con la persona que siempre había amado.
Ese día que llegaron al cuartel y sus compañeros vieron el cadáver hicieron una llamada a los cocineros del lugar, fue entonces cuando al ir yendo ella y sus primeros cómplices hacia la cocina con el cuerpo en un carro, entendió para qué le habían enseñado a hacer tantos platos de comida especiales. Sonrió de oreja a oreja y los miró a sus cómplices, volvió a dirigir la mirada hacia el cuerpo y la boca se le empezó a hacer agua de tan solo imaginar lo que estaba a punto de comer.
Llegaron a la cocina y los hombres se quedaron perplejos al ver con tanta emoción y seguridad a la chica agarrando el cuerpo y trasladarlo del carro a la mesa de cocina, prosiguió poniéndose un delantal y les preguntó:
-¿Por qué plato debería comenzar de todos los que me enseñaron? -dijo sonriendo felizmente.
-Vaya, pensé que esto tendríamos que explicártelo.
-Al principio no entendía por qué las clases de cocina... -explicó mientras empezó a cortar la carne de su víctima- pero luego me di cuenta. Si de verdad tengo que reencarnar en ella, sin dejar ningún rastro de su cuerpo, ¡entonces ella tiene que estar dentro mío! Así como tuve que aprender a tener los mismos gustos que ella, ahora tengo que degustar de su carne, de ella misma, literalmente. Realmente no pensé que tendrían interés por el canibalismo, pero sinceramente hace bastante dejé de sorprenderme por sus gustos.
-Entonces, ¿entiendes que la única que tiene que comer de esto eres tú, no?
La chica suspiró.
-Voy a tener para bastante tiempo con toda esta cantidad y con lo poco que como, pero si pudiera les compartiría un poco. Lástima que no esté permitido. Realmente les estoy agradecida por esto, así que no me molestaría hacerles un plato especial como muestra de afecto.

Finalmente llegó el momento de poner en práctica todo lo que había aprendido de su víctima. Realmente no fue difícil engañar a su amado cuando se reencontró con él. Menos lo fue con su familia. Había pasado una semana de que él no viera a su novia y claramente la extrañaba, por lo tanto esa noche se quedó a dormir en la casa de él, le dijo que para ella era una noche especial y que las noches especiales requerían cenas especiales. Él estaba sorprendido cuando la vio cocinar, más bien no escuchó que fue lo que le dijo cuando mencionó el nombre del plato ya que estaba demasiado maravillado por cómo actuaba y por cómo se veía. Él realmente la amaba.

Luego de cenar fueron al cuarto del chico y comenzaron a besarse, hacía años que ella no tenía relaciones sexuales desde que dejaron de ser pareja, el sexo que tuvo con sus compañeros no contaba y por todo lo que lo extrañaba de él se excitó rápidamente, arrancando con fuerza las ropas de su novio quien empujó contra la cama y fue besando todo su cuerpo bajando hasta llegar a su lugar favorito. El chico estaba sorprendido al ver a su novia tan excitada si bien todo lo que le hacía le gustaba por eso le dejó ser la dominante de esa noche. Lo siguiente que hizo fue sentarse arriba de él y manejar la penetración al ritmo que ella quería, sentía un placer inexplicable, había pasado tanto tiempo desde la última vez que esta parecía ser la primera. Su mente se fue distrayendo mientras seguía sus propios instintos, olvidándose de todo lo que había vivido esos últimos meses... y ese fue su error.

-Realmente te extrañaba -le dijo al oído después de su primer orgasmo.
El chico ahogó un sonido de sorpresa, pues si bien no la veía podía sentir a la chica sonriendo cerca de su cuello. Pero no fue lo único que notó diferente.

La voz que escuchó no era la de su novia.

-¿Quién eres...? -dijo con tono de terror luego de tragar saliva. Su respiración empezó a dificultar.
El placer que había tenido le había hecho olvidar que ella no era la persona que todos veían, que estaba fingiendo ser alguien más y dejó salir su propia voz cuando expresó sus sentimientos, abrió los ojos rápidamente y cambió su expresión cuando escuchó la pregunta de su novio. Se había dado cuenta que era una impostora.
Volvió a sentarse y lo miró con una mezcla de enojo y decepción desde arriba.
-¿Dónde está mi novia? ¿Qué hiciste con ella? -preguntó el chico quién seguía asustado.
La chica sonrió.
-No te preocupes, lo que quedó de ella está ahora aquí... y aquí -respondió acariciando el estómago de ambos respectivamente. -Ahora, lo aceptas y a dormir -concluyó y rápidamente dobló su cuello con las manos lo suficiente para que se desmaye, comprobó que seguía respirando y se recostó al lado de él abrazándolo y durmiéndose también.

Sonó la alarma de las 6 de la mañana, horario en el que el chico se levantaba para ir a trabajar. Abrió los ojos y notó que estaba solo en la cama. Se levantó para ir a la cocina y vio a su novia preparando el desayuno.

-Buenos días -le dijo la chica sonriendo. Al volver a escuchar esa voz que no le pertenecía a su verdadera novia recordó lo sucedido la noche anterior. Fue hacia la cocina y le dio un beso en la frente.
-Buenos días, amor, yo también te extrañaba.

La chica lo miró a los ojos y volvió a sonreír.